viernes, 18 de septiembre de 2009

Un orgullo nacional: JUAN MARTÍN DEL POTRO


Juan Martín del Potro se adjudicó anoche el Abierto de los Estados Unidos tras vencer en una inolvidable final al número uno del mundo, el suizo Roger Federer, por 3-6, 7-6 (5), 4-6, 7-6 y 6-2. Al cabo de extenuantes cuatro horas y 6 minutos de juego, alcanzó el título más importante de su carrera y se convirtió en el tercer argentino en ganar el certamen, después de Guillermo Vilas (1977, en Forest Hills) y Gabriela Sabatini (1990), y el cuarto tenista nacional en obtener un Grand Slam en singles tras la conquista de Gastón Gaudio en Roland Garros 2004.

"CUMPLÍ EL SUEÑO DE MI VIDA"

Juan Martín del Potro, que ganó el primer Grand Slam de su carrera tras batir en la final del Abierto de Estados Unidos al suizo Roger Federer, número uno del mundo, reconoció que el esfuerzo le recompensó con el cumplimiento de un sueño.
"Es el mejor momento de toda mi vida. Cumplí el sueño de mi vida, ganar este torneo y ni más ni menos que ante Roger. Aún no puedo explicar lo que siento porque ni yo sé lo que está pasando. Estoy más que feliz", indicó el tenista de Tandil, que no pudo conciliar el sueño en la noche antes del juego.
"Anoche (por el domingo) fue terrible. Pedí a mis amigos que me entretuvieran porque no pude dormir. No sabía si pensar en el partido de `Rafa' o en la final. Y vine pronto al club y eso me ayudó a tratar de relajarme y disfrutar del momento", apuntó.
"El mal comienzo fue por los nervios. Iba a ser difícil entrar con tranquilidad. En mi torneo favorito y con el mejor jugador de la historia. Pero luego me pude centrar y terminé logrando lo que siempre quise", explicó el tenista argentino.
"Creo que cuando le rompí por primera vez fue la clave. Estaba sintiendo que él ya no estaba tan seguro y me acordé de los errores de la final de París. Sabía cual era la táctica para ganarle pero arranqué mal. Sentí luego que le partido podía ser para cualquiera de los dos. Aunque tuve que remontar en dos ocasiones. Hice todo lo que tenía que hacer", añadió.
"Veía el reloj y el tiempo que llevábamos jugando, pero no en como celebrar la victoria. Sólo disfrutaba de cada punto e intentaba ganar cada punto que estaba en juego. No quería ponerme nervioso. Sabía que estaba cerca del triunfo", aventuró.
"No sé como va a seguir todo esto. El Abierto de Estados Unidos era mi sueño. Ser número uno es otro. Creo que voy por el camino correcto", añadió.
"No podía creer el ánimo de la gente porque Roger donde juegue es ídolo. Empezar a sentir que por momentos la gente se ponía de mi lado y disfrutaba del esfuerzo que hacía me ayudó mucho. Gracias a eso y a su respeto pude ganar", añadió.

Artículo extraído del Diario La Nueva Provincia (martes 15 de septiembre de 2009) Fue tipeado por los alumnos Juan Manuel Lincor y Lucas Aguilar, luego de haberlo leído y analizado

No hay comentarios:

Publicar un comentario