Los ataques españoles aumentaban, Manuel Belgrano le pidió al gobierno la creación de la escarapela y el 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato, que era la forma de gobierno de ese momento, la eligió celeste y blanca, muy parecida a la que usamos en nuestros días.
Pero Belgrano ¡Quería un poco más! Y pocos días después, cuando inauguraba la batería “independencia” a orillas del río Paraná, que era el lugar por donde más atacaban los españoles, enarboló una bandera con los colores de la escarapela y les hizo jurar fidelidad a sus soldados.
Cuando el Triunvirato se enteró de que Belgrano había creado una Bandera le enviaron una carta diciendo que no era lo que ellos le habían pedido por lo que le pidieron que la guardara. Belgrano obedeció la orden con profundo dolor. Esto fue lo que escribió ese día: “Guardaré la bandera para el día de una gran victoria” Algunos meses después, lo autorizaron a usarla y la hizo jurar a sus soldados.
Hoy la Bandera sigue presente y nos acompaña y cobija a todos los argentinos en las buenas y en las malas.
Salve Argentina, bandera azul y blanca. sublime enseña de libertad y honor...